Queridas Familias:
A solo dos semanas de comenzadas las clases, todos nos encontramos aprendiendo rápidamente nuevas maneras de comunicarnos bajo una situación de emergencia sanitaria, al momento desconocido por todos, a nivel mundial. De repente todo cambio.
Seguramente esta situación que todos estamos atravesando active en nosotros adultos, niños, muchas emociones encontradas. Estamos
distanciados físicamente como medidas protectoras, pero eso no implica distanciarse emocionalmente. Hoy nuestros espacios se reducen al ámbito familiar pero gracias a la tecnología nos ayuda a estar con familia, amigos.
Es por eso que estuvimos pensando con nuestro equipo de trabajo de qué manera poder acompañarlos, orientarlos y generar un espacio de expresión de nuestras emociones como muchas veces lo hacemos en el aula. Sabemos que las emociones necesiten ser expresadas de la mejor manera posible. No son buenas ni malas, están, las sentimos y de alguna manera salen, se expresan.
Antes que nada recuerden que es muy importante seguir con las recomendaciones de higiene y de conductas adecuadas, tan difundidas en
los medios de comunicación. Es la mejor medida de protección en salud para evitar el contagio y la propagación del virus, así nos cuidamos todos.
Es un buen momento familiar para los afectos, para repensar nuestros vínculos, para ser consciente cuales son las emociones que priman en cada uno de nosotros en este momento.
Muchas pueden ser las emociones que se generen en estos momentos, de miedo, de temor, de tristeza, ansiedad, excesiva preocupación, de inseguridad, porque no de aburrimiento, de impaciencia, intolerancia,incertidumbre…
Se trata de reacciones normales ante una situación inesperada, desconocida, lo que no quiere decir que no les demos la importancia que
tienen. Pueden generar cambios en los comportamientos de los niños, estar más inquietos, verborrágicos, quejosos, irritables, con llanto fácil o por el contrario decaídos, poco motivados. Niños más grandes con conductas de aislamiento con sus dispositivos electrónicos.
Teniendo en cuenta los cambios que genera esta situación inesperada, que no se puede predecir con totalidad, podemos generar estrategias para transitarla. Nos pone el desafío de tener que re aprender todos juntos como estar en casa; estábamos acostumbrados a realizar muchas actividades fuera de las mismas.
Como padres aprovechar este momento para estar dispuestos a ESCUCHARNOS y a ESCUCHAR a nuestros hijos. Dispuesto a prestar
atención y estar en silencio. Estamos más acostumbrados a hablar que a escuchar, aprender a escuchar al niño aunque este en silencio. Escuchar significa entender desde que emoción nos está hablando. Desde la alegría, la satisfacción, la armonía o nos está hablando desde la frustración, el enfado, el miedo, la tristeza. (Atender su prosodia, que es la entonación de sus expresiones, de sus gestos, su lenguaje corporal. Este escuchar nos lleva a formular preguntas y desde ahí poder contener a nuestros hijos).
Así como los adultos necesitamos INFORMACIÓN, saber que está pasando, los niños también la necesitan. Posiblemente pregunten muchas, muchas veces lo mismo, tengan muchas dudas. Es importante comenzar con explicaciones simples. Siempre primero preguntarles qué es lo que saben, cuáles son sus ideas previas para desde allí poder responderles. Siempre de manera simple, con palabras tranquilizadoras, accesibles para su edad.
Así evitamos darle más información de la que sería necesaria para el niño y para ese momento. A veces no tenemos respuesta para todo, pero asegurarles que en cuanto la tengamos se la vamos a transmitir.
Las palabras que utilice con los niños tienen que ser de emociones cargadas de ESPERANZA, la esperanza de cómo superar entre todos estos momentos. Así intentar enfocar la rutina diaria pensando cosas positivas para superarlas. Promover emociones positivas va a hacer que todos nos sintamos mejor.
Los niños escuchan, ven, entienden y perciben el clima emocional familiar y social. Por eso es importante la autorregulación emocional del adulto, es importante decirle que estamos con ellos, que entienden como se sienten.
Así se establece ese contacto emocional que va más allá de las palabras y asegurarles que la familia siempre va a estar a pesar de cualquiera sea la situación.
El entrenamiento de la VOLUNTAD, la PACIENCIA, ayuda también a todos a ser activos y pacientes para llevar de la mejor manera esta situación.
Establecer una RUTINA Y HÁBITOS cotidianos dentro del funcionamiento del hogar ayuda a una mejor organización de las actividades, sostiene las emociones, nos contiene, mejora el clima familiar. Dependiendo de la edad de los hijos, es una buena tarea para acordarla juntos. Planificar juntos las actividades del día, tiempo para las tareas escolares, el uso responsable de los dispositivos electrónicos, espacios de juego y actividades recreativas.
Ser CREATIVOS nos ayuda a cómo manejar las emociones. Dependiendo de la edad del niño se podrán implementar estrategias con dibujos, cuentos, seleccionar información de algún sitio web que nos sea confiable. Dar palabra a las emociones. Fomentar espacios de diálogo, juegos, experimentos, pero también y no menos importante permitir que los niños se aburran. El JUEGO libre da lugar a la creatividad, del aburrimiento surge la inventiva, la imaginación. No hay que salir de manera inmediata
al rescate, si siempre le resolvemos todo, el niño no vivencia ese desafío de cómo auto regula lo emocional, como lo resuelve. Cuando tiene un juego libre desarrollan habilidades intelectuales, emocionales, la creatividad, resuelven situaciones traumáticas, canalizan los miedos.
Desarrollar ACTIVIDADES DE DISFRUTE, las mismas pueden o no coincidir con la de los padres. Pero sabemos que la lectura, los distintos géneros de música, tocar algún instrumento musical o crearlo, dibujar, pintar, juegos de mesa en familia son actividades para muchos placenteras que en la rutina diaria quedan postergadas.
Estos días de cuarentena que van a estar trabajando con tareas curriculares que les envían las maestras, también les enviaremos algunas
preguntas para los niños y para pensar en familia. Que ayuden a la reflexión familiar como manera de acompañar a los niños, en especial a los más chicos que no es fácil expresarse por escrito. Teniendo la libertad de escribir con ellos lo que piensan y sienten. Saber cómo están transitando estos momentos en familia.
La intención es que vayan respondiendo en la medida que puedan sin generar saturación con las tareas. Sera también insumo para continuar trabajando con los niños una vez retomadas las clases.
Psic. GABRIELA TIDEMANN
Equipo Multidisciplinario de AMERICAN SCHOOL
Ante dudas, preocupaciones que necesiten consultar de manera
personalizada lo pueden realizar al mail: gtideman@hotmail.com
Actividad.
Para pensar en familia…
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